La inyección letal es un método de ejecución que consiste en aplicar al condenado una secuencia de drogas que le provocarán un paro cardíaco. Este tipo de pena de muerte comenzó a ser utilizado en EEUU en 1978, como una alternativa más “humana” que la silla eléctrica, ya que esta última había sido muy criticada por herir la sensibilidad de los testigos. En la actualidad, en 36 estados americanos es legal la pena de muerte y en todos ellos, la inyección letal es el método de ejecución más utilizado.
- El condenado a muerte, los verdugos y los testigos ocupan habitaciones distintas. En la habitación del condenado, éste es atado a una camilla, con tubos intravenosos insertados en cada brazo. Uno de ellos es la reserva, por si llega a fallar el tubo principal.
- En la habitación de los verdugos, separada de la anterior por un vidrio espejado, tres funcionarios de la cárcel abren las tres válvulas de la droga. Sin embargo, sólo una de ellas contiene la droga. Se hace de este modo, para que los funcionarios no sepan cual de ellos fue el que suministró la droga.
- La primera sustancia inyectada en una solución salina, que limpia los tubos y no perjudica al organismo. Luego, se le suministra la primera droga; el tiopentato de sodio, un anestésico que deja al condenado en estado inconsciente. En cirugías normales, se utiliza entre 100 y 150 miligramos, en este caso, sin embargo, se le aplica 50 veces más ese valor.
- Luego, se le suministra más solución salina para que las drogas no se mezclen. En seguida, se le aplica un relajante muscular: bromuro de pancuronio, que también se utiliza en cirugías en dosis de aproximadamente 0,1 miligramos. En la ejecución, la dosis es de 100 miligramos lo que hace que el diafragma, el musculo responsable de la respiración, se paralice totalmente.
- La solución salina vuelve a pasar y finalmente se le aplica el cloruro de potasio, una sal altamente fatal que bloquea los impulsos eléctricos que hacen que el organismo funcione. Si el corazón resiste al relajante muscular, no resiste al cloruro de potasio y se detiene inmediatamente.
- Durante la ejecución, la frecuencia cardíaca se mide a través de un electrocardiograma. Un médico verifica que el corazón se haya detenido. La muerte del condenado se efectúa en 5 a 18 minutos después de haber sido aplicada la primera inyección.
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